Turín es una de las ciudades más completas y más pintorescas de Italia. Capital del Piamonte, Turín es la ciudad del vermú, del famosísimo Martini, del aperitivi…
La primera parada que debes hacer en Turín es, sin lugar a dudas, la Mole Antonelliana. Su mirador posee una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
En tu primer día en la ciudad prepárate para recorrer las mágicas calles y plazas. La via San Maurizio, donde encontrarás la casa Scaccabarozzi; la via Po, una de las más importantes de la ciudad con la residencia de la casa real de Saboya; la Piazza San Carlo, en la que podrás ver el monumento a Emanuele Filiberto; o la plaza Vittorio Veneto, de la que sale el puente Vittorio Emanuele I.
Y, por supuesto, no te puedes ir de Oporto sin probar su gastronomía. Podrás saborear el tradicional pastel de bacalao, las famosas francesinhas, sus deliciosos crepes rellenos y disfrutar una cerveza Super Bock o sus vinos en alguna de sus bodegas al otro lado del río.
En tu segundo día podrás visitar el estadio de la Juventus; el mercado Balon, que está lleno de antigüedades; la sinagoga que encontrarás en Piazzetta Primo Levi y es uno de los edificios más bonitos de la ciudad; o el mirador Parco Valentino, uno de los parques más reconocidos y bellos de la ciudad.
Para reponer fuerzas te recomendamos que busques una piola, típico establecimiento del Piamonte, en la que podrás comer de manera muy económica pero como un auténtico rey; que vayas a Eataly, una especie de mercado con distintos puestos, todos ellos de comida típica italiana; y si te apetece tomar un café, lo mejor que puedes hacer es ir a por el más típico, el café al bicerin.